Diego “Oveja”: Nace una nueva estrella en el creciente firmamento cervecero de Posadas

Diego “Oveja”: Nace una nueva estrella en el creciente firmamento cervecero de Posadas

l resultado: cada vez le fueron apareciendo más amigos, algunos de los cuales “no había visto en mi vida”. La calidad fue mejorando, el hobbie se convirtió en negocio alternativo al principio y, más tarde, dejó totalmente sus dos trabajos en relación de dependencia.

Se empezó a dedicar de lleno a producir cerveza artesanal bajo la marca “Oveja”.

Saldivia está ahora por dar un paso muy audaz y -de alguna manera-, está por ingresar al rubro donde tallan fuerte establecimientos cerveceros que fueron apareciendo en los últimos tiempos en Posadas (el último, la irrupción de la marca Antares en la Costanera).

La semana que viene inaugurará su nueva fábrica de cerveza artesanal, ubicada en un coqueto galpón remodelado a nuevo sobre la calle Francisco de Haro, esquina Ituzaingó. Allí se venderá cerveza al público y también habrá degustación al paso.

“Vamos a ser fábrica, puesto de recarga y cerveza al paso, un bar, para tomar ahí”, explica. También se alquilarán choperas y próximamente, lanzará la cerveza Oveja en lata.

La calidad, ante todo

En la parte de atrás están las grandes ollas de acero inoxidable para la fermentación y los tanques de enfriamiento. Economis recorrió el lugar, diseñado y construido con los más altos estándares de calidad, incluyendo la cámara de frío donde se almacenan los tanques de 20,30 y 50 litros, también de acero inoxidable.

Y una rejilla de desagûe que recorre todo el perímetro. “Por si una partida sale mal, la calidad está antes que todo”, asegura.

Fábrica y bar abierto al público

Además de la fábrica de cerveza artesanal -un orgullo para la incipiente industria cervecera misionera independiente-, Saldivia se decidió a dar el otro paso. Instalar un bar para que sus consumidores puedan vivir la experiencia de degustar una IPA o una honey, allí en el mismo lugar donde se elabora.

“Vamos a empezar a producir la semana que viene y el local al público estará instalado en unos días más, cuando completemos las habilitaciones municipales”, señaló junto a Federico Pipet, uno de los tantos amigos que comparte con el la vocación cervecera.

 

Pipet también fueron compañeros de Saldivia en la Comercio Nº6, contador público, un día se sentó con el emprendedor que le reclamaba desde hacía rato que lo ayudara a profesionalizar su negocio y calcular los costos y beneficios de su actividad. Otro amigo desde los tiempos de la Comercio Nº 6, Sergio Fontana, también “me dio una mano grande, al igual que Yeferson Buchinski y varios más”.

En la provincia existen entre 140 y 150 productores pequeños de cerveza artesanal. Sus producciones se venden típicamente en bares, principalmente, o en fiestas y eventos, como ferias. Otros, solamente elaboran para consumo familiar, de amigos y alguna venta puntual. Saldivia será uno de los primeros de ellos en dar un paso semejante y apostar al local propio.

La cerveza de Saldivia hace tiempo que circula por bares importantes de Posadas. Arrancó en Irish Pub, en el Cuarto Tramo, y rápidamente ganó media docena de sitios reconocidos. Últimamente el público la puede degustar en locales como Flynn o Beerlin. Hasta hace poco también en “Así es la Birra”.

“Creo que si una persona degusta a ciegas una cerveza de Antares y una de Oveja, como mínimo hay empate”, dice Pipet. Economis pudo degustar la IPA de Oveja y hay que decir que la afirmación es totalmente cierta.

Saldivia no es ningún improvisado en el mundo cervecero y puede ser esa estrella emergente en un firmamento que crece con rapidez en la ciudad de Posadas, aún con la crisis que trajo aparejado el Covid-19.

Hace poco Saldivia recibió la certificación de Juez Internacional de Cerveza, que otorga la Beer Judge Certification Program (BJCP). Esto lo habilita para ser jurado en concursos internacionales. Es el único misionero que ostenta esa condición.

Amigos & Cerveza

Para este emprendedor inquieto, los amigos y la cerveza son casi la misma cosa y ambos le salvaron la vida hace unos años, cuanto tuvo un accidente con su moto que lo dejó un mes en coma.

“Pensaba en la cerveza cuando estaba convaleciente, se me ocurrían ideas para el emprendimiento”, explica.

 

“Ahora lo que quiero es compartirlo con amigos, todos los que se pueda, están todos invitados a mi cervecería. Al fin y al cabo, nadie hace amigos tomando leche”, repite, pícaro. Y se va a controlar sus barriles, repletos de amistad, a 2 o 3 grados bajo cero.